Si orinas con frecuencia es una clara señal de que…

Lo correcto: en este caso, y solo en este caso (¡no hay necesidad de pasar sed durante una ola de calor!), reduce la cantidad de agua que bebes. «Una segunda posible causa es la apnea del sueño», explica. «Esta afección hace que el cuerpo secrete una hormona por la noche que obliga a los riñones a trabajar más y, por lo tanto, a eliminar el agua consumida durante el día».

Lo correcto es consultar con tu médico, quien tomará las medidas adecuadas.

Una última posible causa: una forma de insuficiencia cardíaca. El corazón tiene dificultades para bombear la sangre, que se estanca en las piernas, lo que provoca una sensación de piernas pesadas durante el día… «En este caso, por la noche, al acostarse, la sangre fluye con mayor facilidad y los riñones realizan su función de filtrado, algo que no podían hacer durante el día, y, como resultado, uno se levanta a orinar», explica el profesor Desgrandchamps.

El enfoque correcto: una solución sencilla es tomarse de 20 a 40 minutos al final del día para acostarse con los pies elevados, o incluso apoyados contra la pared. ¡Y puedes ir al baño antes de dormir!

Por último, si tu médico te ha recetado diuréticos, recuerda tomarlos por la mañana, y en cualquier caso nunca después de las 18 h.