Si bien no existe una “cura instantánea”, el cuidado constante puede hacer que tu piel vuelva a estar suave y tersa:
1. Exfolia suavemente:
Usa un exfoliante suave o una esponja vegetal 2 o 3 veces por semana para eliminar las células muertas. Evita frotar con fuerza, ya que puede empeorar las imperfecciones.
2. Hidrata diariamente:
después de la ducha, aplica una loción con urea, ácido láctico o aceite de coco para mantener tu piel hidratada.
3. Prueba remedios naturales:
Mezcla miel, azúcar y aceite de coco para preparar una pasta exfoliante suave. Masajea suavemente y enjuaga con agua tibia.
4. Duchas tibias (no calientes):
el agua caliente puede secar más tu piel, así que opta por duchas tibias y jabón suave.
5. Sé constante:
¡Toma tiempo! La hidratación y exfoliación regulares pueden atenuar las imperfecciones en pocas semanas.
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