Así es como funciona la táctica:
Un ladrón apunta a un automóvil estacionado y coloca una botella de plástico vacía sobre una de sus ruedas, generalmente la del lado delantero del pasajero .
La botella está oculta a la vista del conductor, pero una vez que el vehículo comienza a moverse, el ruido crepitante alerta al conductor de que algo anda mal.
Naturalmente, el conductor se detiene y sale del vehículo para investigar el sonido.
Ahí es cuando el ladrón hace su movimiento.
¿Qué pasa después?
Hay dos resultados posibles:
El ladrón de coches salta al vehículo en marcha y se marcha.
El ladrón roba objetos de valor que están en el interior (como billeteras, teléfonos o bolsos) mientras el conductor está distraído.
En ambos casos, salir del vehículo sin conocer la situación pone al conductor en grave riesgo.
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