Es importante saber que no todos los bultos son malignos, pero cualquier cambio debe ser evaluado por un profesional de la salud.
Además de los bultos, hay otros signos a los que debes prestar atención:
Cambios en la forma o tamaño de los senos.
Alteraciones en la textura de la piel, como engrosamiento, irregularidades, o una apariencia de “piel de naranja”.
Enrojecimiento o hinchazón en la zona afectada.
Estos síntomas pueden ser sutiles y fáciles de pasar por alto, lo que resalta la importancia de realizar autoexploraciones regulares.
Detectar cambios en tu cuerpo
La autoexploración mamaria es una herramienta poderosa para la detección temprana del cáncer de mama.
Se recomienda que todas las mujeres comiencen a realizarla mensualmente a partir de los 20 años.Escoger un día fijo cada mes te ayudará a recordarlo.
Puedes hacerlo en la ducha o frente a un espejo, para observar más fácilmente cualquier cambio o anomalía.
Otro signo importante es el dolor o molestia en los senos.
Aunque muchas mujeres experimentan sensibilidad mamaria durante el ciclo menstrual, el dolor persistente o fuera del ciclo debe consultarse con un médico, ya que podría indicar una condición más seria.
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