400ml de nata para montar: Aporta cremosidad adicional y suaviza la textura final de la tarta. La nata de calidad superior garantiza una textura sedosa y un sabor rico que complementa perfectamente el queso crema.
1 cucharada de harina de trigo (opcional): Ayuda a estabilizar la mezcla y proporciona una textura ligeramente más firme. Su uso es opcional, pero recomendado para principiantes que buscan mayor seguridad en el resultado.
1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional): Añade una nota aromática sutil que realza todos los sabores sin dominarlos. La vainilla de calidad aporta complejidad y elegancia al postre final.
Preparación
Etapa 1: Precaliente su horno a 200-210°C. Durante este tiempo, saque todos los ingredientes del refrigerador para que alcancen la temperatura ambiente, lo cual es fundamental para lograr una mezcla homogénea. Forre completamente un molde de 20-22 centímetros con papel vegetal, asegurándose de que sobresalga por todos los bordes para facilitar el desmoldado posterior.
Etapa 2: En un bol amplio, bata el queso crema hasta que quede completamente suave y sin grumos. Puede utilizar una batidora eléctrica a velocidad media o hacerlo manualmente con una espátula, asegurándose de romper cualquier grumo que pueda quedar. Esta etapa es crucial para obtener una textura sedosa en el resultado final.
Etapa 3: Incorpore el azúcar gradualmente al queso crema, mezclando bien hasta que se integre completamente y la mezcla adquiera una consistencia cremosa y uniforme. Añada los huevos uno a uno, batiendo suavemente después de cada adición sin excederse en el batido para evitar incorporar demasiado aire a la mezcla.
Etapa 4: Vierta la nata para montar poco a poco mientras continúa mezclando suavemente, integrando completamente cada adición antes de continuar. Si ha decidido utilizar la harina y la vainilla, incorpórelas en este momento con movimientos envolventes hasta obtener una mezcla completamente homogénea.
Etapa 5: Vierta toda la mezcla en el molde preparado y hornee durante 40-50 minutos, hasta que la superficie esté dorada y el centro aún se tambalee ligeramente al mover el molde. Retire del horno y deje enfriar completamente a temperatura ambiente antes de refrigerar durante al menos 4 horas, preferiblemente toda la noche.
Variantes
Con frutos rojos: Añada una capa de mermelada de frutos rojos en el fondo del molde antes de verter la mezcla, o decore la superficie con frutos frescos una vez fría. Esta variante aporta acidez y color que contrastan beautifully con la cremosidad del queso.
Versión con chocolate: Incorpore 100g de chocolate negro fundido y enfriado a la mezcla base para crear una versión más indulgente. El chocolate añade profundidad de sabor y una elegancia adicional al postre clásico.
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