Un mes antes de mi derrame cerebral, mi cuerpo empezó a advertirme. Estos fueron los primeros síntomas.

Una visión que cambia sin razón aparente
Todo empezó con una especie de “visión de túnel”. Veía con claridad lo que tenía delante, pero mi visión periférica se volvió borrosa. Pensé que era solo fatiga visual causada por el uso del ordenador, así que no reaccioné… Pero este síntoma merecía toda mi atención.

Debilidad inusual en un lado del cuerpo
Durante mis ejercicios habituales, noté que mi mano derecha tenía dificultad para responder . Parecía dormida y no podía contenerla. Este fenómeno continuó durante varios días, sin una explicación clara.

Extraña pérdida de memoria
Durante la conversación, me di cuenta de que repetía la misma frase varias veces . Luego, en el supermercado, volví a pedir algo que ya había recibido. Fue como si una parte de mi cerebro se hubiera apagado momentáneamente.

Presión arterial inestable
Mi presión arterial, normalmente muy estable, empezó a fluctuar. Un día muy baja, al siguiente anormalmente alta. Un desequilibrio que me llamó la atención, pero que no tomé en serio de inmediato .

Por suerte finalmente respondí.

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