En estos casos, se recomienda consultar a un flebólogo, especialista en trastornos venosos.
Hábitos sencillos para cuidar tu circulación.
Buenas noticias: unas pocas acciones diarias pueden aliviar tus piernas y mejorar tu circulación. Aquí tienes mis recomendaciones favoritas:
Muévete con regularidad: evita las posturas estáticas prolongadas. Camina, gira los tobillos o levántate al menos cada hora.
Eleva las piernas: al final del día, túmbate con las piernas apoyadas en un cojín durante unos quince minutos.
Mantente bien hidratado: beber agua con regularidad favorece la circulación sanguínea.
Alterna agua caliente y fría: termina la ducha con un chorro de agua fría para tonificar los vasos sanguíneos y reafirmar las piernas.
Elige ropa adecuada: evita la ropa ajustada y limita el uso de tacones altos.
Un pequeño extra de bienestar: prepara relajantes bebidas caseras.¿Quieres relajar y aliviar tus piernas de forma natural? Prueba estas sencillas recetas:
Infusión circulatoria: una taza de agua caliente infusionada con romero y castaño de Indias seco (de fuentes certificadas).
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