7 señales de diabetes nocturna y consejos para estabilizar el azúcar en sangre

Despertarse empapado en sudor
Imagínate destapándote, empapado en sudor a pesar de que la habitación esté fresca. Los sudores nocturnos pueden indicar hipoglucemia, según la Asociación Americana de Diabetes. Karen, de 58 años, lo notó y se controló el azúcar en la sangre; su médico le confirmó prediabetes. ¿Te despiertas alguna vez con la piel húmeda y sudorosa? Controla tus patrones de sueño. Pero hay otra señal que es fácil pasar por alto.

2. Sed insaciable
Imagínate bebiendo agua a las 2 de la madrugada, con la garganta seca como la arena. La sed frecuente suele indicar un nivel alto de azúcar en sangre que extrae líquidos de las células. Mark, de 62 años, mantuvo una botella de agua junto a la cama hasta que se midió la glucosa. ¿Sed toda la noche? Controla lo que bebes. ¿Tienes curiosidad por saber la siguiente pista? Es un hábito relacionado con ir al baño.3. Viajes interminables al baño
¿Alguna vez has tenido que correr al baño varias veces por la noche? La micción frecuente ocurre cuando el exceso de glucosa sobrecarga los riñones. Un estudio de 2021 publicado en Diabetes Care relaciona esto con la diabetes temprana. Karen contaba cinco viajes nocturnos antes de buscar ayuda. ¿Te has dado cuenta de este patrón? Anótalo. Pero espera, la siguiente señal afecta tu descanso.

4. El síndrome de piernas inquietas te mantiene despierto
¿Sientes que te tiemblan o te pica la pierna al acostarte? El síndrome de piernas inquietas, relacionado con problemas nerviosos asociados a la diabetes, interrumpe el sueño. Mark sentía esta sensación de hormigueo eléctrico hasta que unos cambios en su estilo de vida lo aliviaron. Los estudios sugieren que el 20 % de las personas con diabetes lo experimentan. ¿Tienes las piernas inquietas? El siguiente síntoma afecta a tu energía.

5. Despertarse exhausto
Imagínate levantarte de la cama a rastras, con la mente nublada después de haber dormido ocho horas. Los niveles altos o bajos de azúcar en sangre alteran los ciclos del sueño, según una investigación de la Clínica Mayo. Karen se sentía como si hubiera corrido una maratón cada mañana.

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