Los impuestos sobre gallineros adquieren una nueva dimensión en 2025. Los propietarios de aves de corral verán reducidas sus deducciones fiscales si su gallinero supera los 3 metros cuadrados.
¿Qué hay realmente detrás de la polémica en torno a estos impuestos?

Al principio, parecía una broma de mal gusto. Una de esas bromas del Día de los Inocentes que se hacen el 1 de abril para fastidiar a los amigos que han cambiado su balcón por unas gallinas y un huerto. Sin embargo, tras el rumor viral de los impuestos sobre los gallineros, hay algo de cierto. No se trata de un impuesto nuevo inventado por el Ministerio de Hacienda, sino de una antigua norma, bien escondida bajo una terminología administrativa algo vaga: el impuesto de urbanización. Introducido discretamente en 2012, grava todas las estructuras de jardín que superen cierto tamaño. Casetas de herramientas, invernaderos, casetas de bricolaje y, sí, también gallineros permanentes. Así que no es del todo exacto decir que tus gastos acabarán sujetos a un impuesto elevado. Pero cuidado con el tamaño de tu gallinero: una vez alcanzado cierto límite, no te librarás.

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