Pon a prueba tu vista: ¿cuántos rostros puedes distinguir en este misterioso árbol?

Estamos programados para reconocer rostros al instante: un reflejo social que se ha vuelto instintivo. Ante un patrón aleatorio (nubes, rocas, corteza de árbol), nuestro cerebro «completa» la imagen y ensambla nariz, ojos y boca donde solo hay azar.

Este fenómeno, llamado pareidolia, no es un error sino un maravilloso truco cognitivo: nos ayuda a comprender el mundo, incluso si eso significa imaginar rostros donde no los hay.

Desafío visual: encuentra los rostros ocultos

Tu misión es esta: observa el árbol y cuenta los rostros que oculta.
Empieza por el centro, donde dos figuras parecen conversar, sus rasgos fundiéndose con la veta de la madera.
Luego, avanza hacia la base: aparecen figuras más antiguas, con profundas arrugas y barbas sugeridas por las estrías de la madera.Finalmente, cerca de las raíces, emergen rostros juveniles, como susurrando entre las sombras.

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