Reconocidas a menudo por su singular forma similar a la de un cerebro, las nueces son más que un simple ingrediente sabroso: son una fuente inagotable de nutrientes, respaldada por una amplia investigación científica. Incorporar regularmente un puñado de estos frutos secos a la dieta puede contribuir significativamente al bienestar a largo plazo, desde el sistema cardiovascular hasta la función cognitiva.
A continuación, analizamos con más detalle lo que revela la investigación sobre los notables beneficios de las nueces.
1. Un defensor de la salud cardíaca
Las nueces son la fuente más rica de ácido alfa-linolénico (ALA), un ácido graso omega-3 de origen vegetal esencial para la función cardiovascular.
Beneficios clave:
Reduce el colesterol LDL: El consumo regular puede reducir los niveles de colesterol LDL “malo” y triglicéridos.
Reduce la inflamación: Los antioxidantes y las grasas saludables ayudan a disminuir la inflamación en los vasos sanguíneos.
Mejora la función arterial: apoya la flexibilidad y la salud de las arterias, ayudando a regular la presión arterial.
La investigación:
Un estudio publicado en el Journal of the American Heart Association descubrió que comer sólo una onza de nueces al día (aproximadamente 14 mitades) mejoraba significativamente los perfiles de colesterol, reduciendo los factores de riesgo clave para las enfermedades cardíacas.
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