Un horno pegajoso, olores persistentes, manchas que parecen eternas… Todos conocemos ese momento en el que abrimos la puerta del horno esperando un milagro. ¿Y si la solución ya estuviera en tu cocina, lista para usar sin esfuerzo? Tres ingredientes cotidianos pueden transformar una tarea en una rutina sencilla, incluso hasta gratificante… ¿pero cuáles?
Limpiar el horno de forma natural: por qué nos encanta.
¿Quién no ha pospuesto una limpieza a fondo del horno por falta de tiempo o miedo a usar productos agresivos? Sin embargo, un horno limpio marca la diferencia: calienta mejor, conserva los sabores y elimina esos olores persistentes que no tienen cabida en nuestras recetas. La buena noticia es que no es necesario recurrir a productos químicos para lograr un resultado impecable. Las soluciones más suaves suelen ser las más efectivas, y probablemente ya las tengas en tu despensa.
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