¿Y si la clave para un sueño más tranquilo ya estuviera escondida en tu cocina? A veces, los gestos más sencillos son los que más confort aportan. A medio camino entre la tradición y el bienestar, hay un hábito que intriga y atrae a muchos: colocar unas hojas de laurel debajo de la cama o de las mantas antes de dormir. Un ritual discreto, casi secreto, que promete un ambiente más relajante a la hora de dormir, sin esfuerzo y sin restricciones.
Desde la antigüedad, las hojas de laurel han ocupado un lugar especial en nuestro imaginario colectivo. Símbolo de sabiduría, protección y armonía, no solo se usaban para dar sabor a los platos cocinados a fuego lento. Incluso hoy, algunas tradiciones les atribuyen propiedades reconfortantes para la mente y el cuerpo, especialmente cuando se introducen en el dormitorio.
El aroma de las hojas de laurel, un aliado natural para la relajación.
Las hojas de laurel desprenden un aroma dulce y ligeramente amaderado que muchos encuentran reconfortante. Sin ser abrumador, su fragancia ayuda a crear una atmósfera propicia para la relajación.
⏩continúa en la página siguiente⏩
