Coloca tres hojas de laurel debajo de tu cama o manta antes de irte a dormir: aquí te explicamos por qué

Por la noche, cuando la mente lucha por calmarse, este sutil aroma puede facilitar una transición más suave entre el día y el descanso.

Respirar un aroma agradable antes de dormir es una práctica ancestral, a menudo asociada con momentos de calma. En este contexto, el laurel actúa como una presencia discreta que invita a la relajación, como una infusión caliente o una luz tenue.Un ambiente relajante para calmar la mente.
Los días ajetreados rara vez dejan tiempo para respirar. Pensamientos repetitivos, listas mentales interminables, tensión acumulada… El ritual de la hora de dormir se vuelve entonces esencial. Colocar hojas de laurel debajo de la cama forma parte de este proceso para crear un refugio reconfortante.

Este gesto simbólico ayuda a establecer una rutina. Simplemente repetir un hábito relajante cada noche envía una señal clara al cerebro: es hora de relajarse. El ambiente se vuelve más suave y envolvente, fomentando una sensación de seguridad que favorece un sueño reparador.

Una tradición asociada con la protección y la energía positiva.
En muchas creencias populares, el laurel se considera una planta protectora. Se dice que ayuda a alejar los pensamientos negativos y a crear un ambiente armonioso en el hogar. Sin esperar resultados milagrosos, algunas personas aprecian esta dimensión simbólica, que aporta consuelo y serenidad.

Dejar caer unas hojas debajo de la cama es una forma de fijar una intención: pasar una noche tranquila, resguardado de las perturbaciones externas. A veces, simplemente creer en un ritual basta para tranquilizar la mente.Cómo adoptar este ritual con facilidad

Nada complejo ni restrictivo: el objetivo es precisamente mantener las cosas suaves.

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