Esto es lo que debes hacer (y, lo que es igual de importante, lo que debes evitar) para proteger tu energía y sentirte mejor al día siguiente.
1. No entres en pánico: tu cuerpo no está roto
El primer error que comete mucha gente es el pánico. Pensamientos como «No voy a volver a dormir» o «Mañana será horrible» desencadenan las hormonas del estrés, especialmente el cortisol, lo que dificulta aún más volver a conciliar el sueño.
Es normal despertarse brevemente entre ciclos de sueño. Alrededor de las 3 a. m., el cuerpo pasa a un sueño más ligero. Si su sistema nervioso está sensible, estresado o emocionalmente sobrecargado, puede volverse más consciente durante esta fase.
La clave es mantener la calma y la neutralidad. Trata el despertar como una información, no como una amenaza.
2. Resista la tentación de mirar el reloj repetidamente
Mirar el reloj le dice a tu cerebro que es hora de “calcular”: cuántas horas te quedan, qué tan cansado estarás, qué debes hacer mañana. Esto activa tu cerebro para resolver problemas.
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