Numerosos estudios en gerontología demuestran que es posible ralentizar o incluso detener los procesos degenerativos del cerebro. La condición principal es empezar a cuidarse a tiempo. Y no se trata de soluciones complejas o inaccesibles como gotas con nanopartículas o métodos secretos.Todo es mucho más sencillo. Una de las soluciones más simples y naturales es la nutrición. Lo que una persona pone en su plato, con el tiempo, se convierte en medicina o… lo has adivinado.
Aquí tienes 5 alimentos que, según nutricionistas y neurofisiólogos, definitivamente deberías incluir en tu dieta después de los 60 años. Tu cerebro te lo agradecerá.
1. Legumbres: frijoles, guisantes, lentejas, garbanzos
Las legumbres pueden parecer aburridas. No tienen ningún factor sorpresa. Tampoco las etiquetas de moda como “superalimento” ni su popularidad sensacional en las redes sociales. Pero si el cerebro pudiera elegir, probablemente elegiría las legumbres. Porque son un auténtico tesoro de nutrientes: proteínas, hierro, ácido fólico, zinc, magnesio… Y, sobre todo, fibra, que ayuda a estabilizar el azúcar en sangre. Y como sabemos, el cerebro es extremadamente sensible a sus fluctuaciones repentinas.
Los estudios demuestran que el consumo regular de legumbres (de 2 a 3 veces por semana) puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo relacionado con la edad. Si bien las legumbres no parecen ser la panacea, son una fuerza silenciosa que actúa de forma preventiva.
Dato curioso: En las regiones donde la gente vive más años —desde Okinawa hasta Cerdeña— las legumbres son una parte importante de la dieta de las personas mayores. ¿Casualidad? Difícilmente.
2. Café natural
¿Cuántos mitos y temores rodean al café? Sin embargo, en dosis moderadas, puede ser un verdadero elixir de bienestar, no solo para el cuerpo, sino también para la mente. Lo que importa es la calidad. Los médicos y científicos no hablan del café instantáneo en polvo que sale de la máquina.
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