Descubre cómo alimentos comunes en tu despensa pueden estar empeorando la artritis reumatoide y qué elegir en su lugar.
Los problemas con las grasas y los alimentos fritos
No todas las grasas son malas, pero algunas —en especial las que se encuentran en la carne roja y los alimentos fritos— pueden provocar inflamación. Las grasas saturadas, que suelen encontrarse en las carnes procesadas y los aperitivos fritos, se asocian con niveles más altos de marcadores inflamatorios. Para una persona con artritis reumatoide, esto significa más dolor matutino y mayor rigidez articular.
La comida rápida, los fritos e incluso los platos fritos caseros contienen compuestos que pueden causar estrés oxidativo en el organismo. En su lugar, opta por proteínas magras y alternativas antiinflamatorias, como pescados ricos en omega-3, como el salmón, las sardinas y la caballa.
El ataque insidioso del azúcarNo se trata solo de dulces y golosinas. El azúcar refinado se conoce por docenas de nombres —fructosa, glucosa, jarabe de maíz— y puede aumentar la inflamación silenciosamente. Cuando el nivel de azúcar en sangre se dispara, el sistema inmunitario puede reaccionar produciendo citocinas, compuestos que incrementan la hinchazón y el dolor en las articulaciones.
Evita el pan blanco, los dulces horneados y las bebidas azucaradas. Los cereales integrales y las opciones naturalmente dulces (como las bayas o la avena con canela) son una forma más suave de proteger tu metabolismo y tus articulaciones.
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