Esto es algo que puedes encontrar en tu cocina ahora mismo.
El enemigo oculto: ¿Por qué la pérdida muscular es tan difícil de combatir después de los 50?
La mayoría de las personas mayores creen que la pérdida muscular, o sarcopenia, es parte del envejecimiento. Pero la verdad es simple: no es inevitable. Es prevenible.
La sarcopenia no solo te debilita. Afecta a todo:
Tu metabolismo se ralentiza.
El equilibrio y la coordinación disminuyen.
Incluso tu estado de ánimo y tu memoria pueden verse afectados.
Y aquí está el problema: la pérdida de músculo conlleva un aumento de grasa, especialmente alrededor del abdomen. ¿Esa barriga rebelde que no consigues eliminar? A menudo, no se trata solo de grasa; es una falta de músculo debajo.
¿Te imaginas volver a tener la fuerza suficiente para levantar la compra, subir escaleras o jugar con tus nietos sin miedo a caerte?
Esto no es una ilusión. Es posible.
Pero primero, desmintamos uno de los mayores mitos que mantienen a las personas mayores débiles y cansadas.
El mito de las proteínas que te bloquean
Durante décadas nos han dicho: “Come huevos para obtener proteínas”. Y si bien los huevos son buenos, no son lo mejor para los músculos envejecidos.
He aquí el porqué:Con la edad, el cuerpo se vuelve menos eficiente al utilizar las proteínas.
Se necesitan más aminoácidos del tipo adecuado, especialmente leucina, para estimular el crecimiento muscular.
¿Y los huevos? Son bajos en leucina.
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