El funeral de un ser querido es un momento desgarrador. Con la prisa de los preparativos y la neblina del dolor, las familias suelen tomar decisiones rápidas, incluyendo qué conservar y qué desechar. Pero algunas cosas, una vez perdidas, nunca se pueden reemplazar. Ciertos objetos tienen más que un valor físico: conllevan un peso emocional, una historia familiar y una conexión con la persona que hemos perdido.
Aquí tienes cuatro cosas que nunca debes tirar en un funeral, ni siquiera si intentas superar la pérdida.
1. Notas o cartas escritas a mano
Ya sea una tarjeta que una vez te enviaron, una nota adhesiva en el refrigerador o una carta guardada en un cajón, estos escritos a mano son profundamente personales. Contienen los pensamientos de tu ser querido, en sus propias palabras, con su propia letra. Con el tiempo, leerlos puede evocar lágrimas, pero también consuelo y calidez.
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