Cuando fallezca un familiar, nunca tires estas 4 cosas en su funeral

Mucha gente se arrepiente de tirarlos en un momento de tristeza. Consérvalos. Algún día, podrían significar más de lo que imaginas.

2. Grabaciones de voz o mensajes de voz

En la era digital, a menudo pasamos por alto el poder de la voz. Ese breve mensaje de voz que nos dejaron —”Llámame cuando puedas” o “Te quiero, nos vemos pronto”— puede parecer insignificante ahora. Pero cuando se van, se convierten en un recuerdo vivo. Su tono, su risa, su forma de decir tu nombre: todo queda grabado en ese pequeño clip.

Guárdalo. Haz una copia de seguridad. Quizás lo reproduzcas cuando más lo extrañes.

3. Objetos que siempre fueron “suyos”
Quizás su taza favorita, su suéter viejo, sus gafas de leer o incluso la silla en la que siempre se sentaba. No son simples cosas; formaban parte de su vida diaria, y verlos puede evocar recuerdos significativos.

Aunque parezca más fácil deshacerse de las cosas rápidamente, considera conservar algunos de estos objetos. Suelen brindar consuelo más adelante y pueden transmitirse como reliquias sentimentales.

4. Fotos familiares, especialmente las que no tienen etiquetas

En medio de la confusión emocional, a veces tiramos viejos álbumes de fotos o cajas de “caras desconocidas”. Pero esas fotos suelen contener generaciones de recuerdos: abuelos, bisabuelos, momentos de la infancia que solo unos pocos recuerdan.

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