Según él, esto es «un ejemplo de la imprevisibilidad de los virus». «Tener COVID-19 hoy significa que, en una proporción considerable de casos, se trata de personas que han consultado a un médico de una u otra forma. En otras palabras, han desarrollado síntomas, lo que implica que un número aún mayor de personas, por una razón u otra, puede haber estado en contacto con una fuente de infección y haberse infectado con este virus sin presentar ningún síntoma», enfatizó.
Según él, «los virus se están volviendo mucho más contagiosos, pero también hay un punto que no debería preocuparnos». «Lo que nos tranquiliza es que esta tendencia —que el virus se vuelva más contagioso, mute y se transmita con mayor facilidad de una persona a otra— va de la mano con su incapacidad para generar una respuesta inflamatoria grave.
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