El famoso pastel que hacía mi madre en los años 80 y 90: sencillo, húmedo e inolvidable.

En los 80 y 90, la merienda tenía un sabor diferente. No había bocadillos envasados ​​como hoy, pero el olor del horno era suficiente para hacernos correr a la cocina con la boca hecha agua.

Una de las recetas que recuerdo con más intensidad es el pastel de mi madre. Uno de esos pasteles hechos con pocos ingredientes, sin números ni planetas de los que preocuparse, pero con amor, esmero y una cuchara de madera. Cada semana, al menos una vez, aparecía en la mesa del desayuno o la merienda, grande y dorado, con esa fina capa de azúcar glas por encima.

Hoy les comparto esta receta sencilla, auténtica y atemporal. Es un postre que evoca recuerdos de infancia y que aún recuerda a casa.
Ingredientes para este pastel clásico y jugoso:
3 huevos.

180 g de azúcar

200 g de harina 00

80 ml de aceite de semillas (o 100 g de mantequilla ablandada, para una versión más clásica)

100 ml de leche

1 sobre de levadura en polvo

Ralladura de un limón (o un sobre de extracto de vainilla)

Azúcar glas para decoración✅ Ingredientes sencillos, pero perfectamente equilibrados para obtener un bizcocho alto, fragante e increíblemente húmedo.

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