Peras: Dulces y fáciles de digerir, contribuyen a una digestión fluida.
Papaya: Su papaína ayuda a depurar los intestinos y a equilibrar la flora intestinal.
Arándanos: Ricos en antioxidantes y vitamina C, favorecen la concentración desde el desayuno.Almuerzo: para mantenerse hidratado sin sobrecargar la digestión
Sandía: Muy rica en agua, calma la sed y proporciona sensación de saciedad.
Melones (Charentais, amarillos): Ideales en verano, contribuyen a la hidratación y al bienestar digestivo.
La tarde: el momento perfecto para las frutas más dulcesUvas: Una fuente rápida de energía, perfectas para combatir la fatiga después de comer.
Melocotones: Ligeros y fáciles de digerir, favorecen la digestión.
Mango: Ideal antes de la actividad física o para un tentempié ligero y afrutado.
Por la noche: frutas que calman y favorecen el sueño
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