La nueva esposa de mi marido apareció en la puerta dee mi casa con una sonrisa de superioridad.

—¿Ese es… Isaiah reuniéndose con Haley?

—Tres semanas antes de la muerte de tu padre —confirmó Aaliyah—. Pero mira su cara en la siguiente foto. —En la segunda, mi hermano salía de la reunión con una expresión de asco. En la mano sostenía lo que parecía un cheque.

—Se quedó con el cheque como prueba —explicó Aaliyah—. Se lo llevó directamente a tu padre. Ahí fue cuando Miles supo que tenía que actuar rápido.

—Pero Haley dijo que Isaiah los estaba ayudando.

—Tu hermano ha estado jugando un juego peligroso, Madeline. Dándoles la información justa para mantenerlos confiados, mientras ayudaba a tu padre a reunir pruebas de su conspiración.

Me dejé caer en la silla, con la mente dando vueltas.
—¿Por qué no me lo dijo?

—Porque Haley tenía que mostrar primero sus cartas —Aaliyah sacó unos papeles del maletín—. Mañana, cuando lea el testamento, Haley y Holden creerán que han ganado. La lectura inicial les otorgará una parte importante de la herencia.—¿¡Qué!? —Me levanté tan rápido que mi copa se volcó, manchando la alfombra de rojo.

—Déjame terminar —Aaliyah alzó la mano—. Ahí es cuando entra en juego el codicilo. Tu padre preparó una trampa, Madeline. En el momento en que acepten la herencia, activan una cláusula que revela su intento de manipulación y fraude. Todo —las fotos, los videos, los sobornos— se vuelve registro público.

Miré las pruebas sobre el escritorio, comprendiendo por fin.
—Les hizo creer que ganaban para que se incriminaran.

—Exacto —la sonrisa de Aaliyah fue triunfante—. El testamento real te deja todo a ti, con un fideicomiso para Isaiah. Haley y Holden no reciben nada excepto una exposición muy pública de su verdadera calaña.

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