Comprime los pulmones y limita la calidad de la respiración nocturna.
Ejerce presión sobre el rostro, favoreciendo la aparición de líneas de expresión.
Puede ralentizar la circulación sanguínea, causando hormigueo o entumecimiento.
Si te despiertas rígido, tenso o cansado a pesar de tener un buen colchón… tu postura al dormir podría ser la causa.
Las mejores posturas para un sueño reparador
Afortunadamente, algunas posturas son mucho más suaves para el cuerpo. Aquí tienes tres que te recomendamos:
Boca arriba – La “posición de estrella de mar”: para un descanso completoTumbado boca arriba, con brazos y piernas relajados, en esta posición:
Respeta la alineación natural de la columna.
Favorece la relajación muscular.
Permite una respiración más profunda
. Alivia la presión sobre los órganos internos.
Es una de las posturas más recomendadas para una óptima recuperación física, especialmente por osteópatas y fisioterapeutas.
A la izquierda: tu aliado para la digestión.
Dormir sobre el lado izquierdo tiene varias ventajas:
Mejora la digestión y reduce el reflujo ácido.
Favorece el retorno venoso al corazón.
Se recomienda a menudo durante el embarazo.
Proporciona mayor comodidad a las personas propensas a trastornos digestivos.
Es la postura ideal si se tiene un estómago sensible o un sueño inquieto.
En el lado derecho – Común, pero usar con moderación.
Esta postura es muy común y generalmente cómoda, pero:
Puede empeorar ligeramente el reflujo gastroesofágico.
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