Los especialistas en salud cerebral advierten sobre un hábito diario que puede afectar tu bienestar mental

1. El sedentarismo: el disruptor neuronal silencioso
Pasar muchas horas sentado reduce el flujo de oxígeno y debilita la comunicación entre neuronas. La inactividad reduce las sustancias químicas que contribuyen a la memoria y desencadena la inflamación. Incluso descansos breves (caminar, estirarse, estar de pie) pueden ayudar a activar los mecanismos de reparación del cerebro.

2. Azúcar y carbohidratos refinados: la amenaza engañosamente dulceEstos alimentos son tan comunes que muchos olvidan lo dañinos que son. Los picos frecuentes de azúcar alteran las hormonas, nublan el pensamiento, perjudican la memoria y aceleran el envejecimiento cerebral. Reducir su consumo y optar por alimentos integrales es una medida de protección sencilla.

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