Hornea de 30 a 45 minutos, según el tamaño de las piezas.
Remueve o dales la vuelta a la mitad de la cocción para que se doren uniformemente. Las patatas estarán listas cuando estén doradas por fuera y tiernas por dentro.
Consejo: para una corteza aún más crujiente, aumente la temperatura a 220 °C durante los últimos 5 minutos.
Paso 4: El toque final.
Si te gustan los gratinados, espolvorea las patatas calientes con queso rallado al final de la cocción y vuelve a meter la bandeja en el horno durante 5 minutos.
El queso se derretirá y formará una costra dorada y aromática.
Si quieres, añade un toque de ajo asado o un chorrito de aceite de oliva justo antes de servir. Espolvorea perejil fresco picado por encima para darle un toque de color y frescura.
Paso 5: Presentación y guarniciones
Sirva las patatas asadas bien calientes, recién salidas del horno.
Son el acompañamiento perfecto para:
Pollo o chuletas de cordero asadas,
pescado al horno
o simplemente una ensalada verde fresca son una opción vegetariana equilibrada.
Combinan a la perfección con una salsa: crema de hierbas, salsa de yogur con limón o una mayonesa casera ligera.
Consejos del chef:
No sobrecargues la bandeja de horno. El aire caliente debe circular libremente alrededor de las patatas; de lo contrario, se cocerán al vapor en lugar de asarse.
Precocínalas en agua hirviendo. Para obtener una textura extra suave, sumerge las patatas en agua hirviendo con sal durante 5 minutos antes de hornearlas.
⏩continúa en la página siguiente⏩
