3. Antojos fuertes de azúcar y carbohidratos
El cortisol causa caídas de azúcar en sangre, lo que desencadena antojos.
Puedes notar más hambre por la tarde y la noche.
Conduce a comer en exceso y al aumento de peso.
4. Niebla mental y problemas de memoria
El cortisol crónicamente alto encoge el hipocampo, lo que afecta la memoria y la concentración.
A largo plazo, puede aumentar el riesgo de demencia.
5. Sistema inmunitario debilitado
Te enfermas con más frecuencia o tardas más en recuperarte.
El cortisol suprime las respuestas inmunitarias y ralentiza la cicatrización de las heridas.
6. Cambios de humor y ansiedad
El cortisol reduce la serotonina, lo que aumenta la irritabilidad, la ansiedad y la depresión.
Dificulta el manejo incluso de pequeños factores estresantes.
7. Presión arterial alta
El cortisol contrae los vasos sanguíneos, causando hipertensión.
Incluso las personas sin problemas cardíacos pueden ver la presión arterial elevada bajo estrés.
8. Problemas digestivos
El estrés ralentiza la digestión, lo que resulta en hinchazón, estreñimiento o diarrea.
Vinculado al SII y al síndrome del intestino permeable.
9. Desequilibrios hormonales
El cortisol alto afecta las hormonas sexuales y la tiroides.
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